DÍA 2

Bangkok - Kanchanabury



Vagón de la muerte, sin aire acondicionado
Hoy empezamos el día con un buen madrugón y nos encaminamos hacia el oeste del país, la provincia de Kanchanaburi escenario de la 2ª guerra mundial y origen de la película "el puente sobre el río kwai". Esta línea ferroviaria es conocida como el tren de la muerte ya que en su construcción murieron 100000 peones birmanos y otros 6000 prisioneros aliados bajo las órdenes del ejército japonés. Por la carretera nos hemos ido cruzando con diferentes motocicletas y triciclos donde van tantos ocupantes como sea necesario y la mayoría sin casco pero como dice el guía : "llevan amuletos que protegen más que el  casco".
Recorrido del tren la muerte

El autocar nos ha dejado junto al JEATH MUSEUM que recrea uno de los múltiples campos de concentración (una habitación) con fotografías de la época y restos de artefactos militares.  Después hemos subido en unas lanchas rápidas llamadas kamikazes y hemos ido por el río hasta el famoso puente. El puente no es que tenga nada de especial, pero cruza un río bastante ancho y el paisaje si se obvian los puestos de venta, es muy bonito. En la actualidad la vía férrea está en uso y hay dispuestas unas plataformas a lo largo del puente  para apartarse en caso de que venga el tren.
Desde aquí hemos ido a visitar el cementerio de los soldados aliados (muy bien cuidado) y el de los soldados japoneses (peor cuidado pero más llamativo). Al rato hemos ido a la estación para coger el tren de la muerte (ha sido mortal, era como ir en una sauna). Durante el viaje se iban subiendo al tren vendedores ambulantes de bebida y comida y hemos aprovechado para probar la "tapioca" que es un tubérculo.  Estaba cortada a rodajas y cocinada y bañada en algo dulce y picante. El recorrido de 70km dura casi 2h cruzando la jungla para llegar a Tamkrese donde hemos comido un poco de buffet tailandés y hemos visitado una cueva con un buda. El paisaje es muy espectacular ya que aúna jungla con montañas bajas, río y vías del tren. Si no fuera por el calor horrible esto sería como el paraíso. Ania dice que no había sudado tanto en toda su vida. Poco después hemos vuelto al autocar y nos hemos dirigido al Hellfire pass que es un desfiladero cavado por los prisioneros de guerra aliados y llamado así porque cuando miraban el desfiladero desde arriba, se veían los fuegos en el fondo que permitían que los trabajos siguieran durante la noche y era como mirar al infierno. El paso se utilizó para que pasara el ferrocarril y fue cavado en la roca viva.
Actualmente está dentro de una zona militar y también hay un museo donde se explica la construcción del paso y muestra imágenes de la época. La bajada al desfiladero consiste en unos cientos de escalones que te llevan hasta el fondo del Hellfire pass. Ya no quedan las vías y hay un par de placas y un monumento a los

Subida desde el Hellfire pass

Hellfire pass, escavado a mano

Fin del recorrido con el tren de la muerte

 soldados que perdieron la vida en el lugar. Tras esto, hemos vuelto al autocar y nos hemos dirigido a un embarcadero donde unas lanchas rápidas  nos llevarían a nuestro hotel de esta noche. El complejo es brutal (River Kwai Reshotel)! Está a orillas del río Kwai y metido en medio de la selva. Son cabañitas en medio de la selva y un edificio más grande que contiene el comedor. El guía a la llegada al hotel, nos ha propuesto un descenso por el río Kwai tan solo con un chaleco salvavidas y dejándonos arrastrar por la corriente. Como era de esperar, me he apuntado a la actividad y tras coger una barca que nos ha llevado río arriba unos 4km nos hemos lanzado al agua y nos hemos dejado llevar por la corriente. El descenso ha sido espectacular, el silencio de la selva sólo roto por el ruido de los animales y nuestro chapoteo cada vez que teníamos que cambiar de dirección y rodeados por montañas y cuevas. Incluso la temperatura del agua era idónea. 45' después de saltar al río, llegábamos flotando al embarcadero del hotel donde nos esperaban algunos que no han querido hacer la actividad (peor para ellos). Tras la ducha un delicioso buffet de cocina tailandesa y pasta italiana nos esperaba (creo que es la primera vez que ceno a las 19:00) pero lo cierto es que con el cambio horario y las excursiones vamos tan cansados que poco importa cenar pronto e irse a dormir. Mañana nos espera un nuevo madrugón y 600km de autocar. Hasta el momento el viaje está siendo brutal!!!

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