DÍA 12








Bangkok

Nuevo día y último madrugón! A las 05:45 ha sonado el despertador y nos hemos preparado para desayunar porque a las 07:00 iban a venir a recogernos de la agencia para llevarnos a Damnoen Saduak y su mercado flotante.
Con 40' de retraso ha llegado nuestro conductor y nos hemos metido en una furgo con un montón de indios de la India y una pareja yanqui (me resulta curioso ver a indios haciendo turismo) y nos hemos dispuesto a disfrutar del caótico y exagerado tráfico de Bangkok (10 millones de habitantes). Tras mucho esperar hemos conseguido salir del centro de la capital y el conductor ha decidido recuperar el tiempo perdido por el tráfico y pisar a fondo el acelerador por lo que Ania y yo nos hemos puesto diligentemente los cinturones de seguridad. 
Vendedores del mercado flotante
Tras un par de horas desde la salida del hotel hemos llegado a Damnoen Saduak y nos hemos montado en una lancha tipo kamikaze que nos ha llevado por unos canales hasta la zona del mercado flotante. Según leí en la guía, el mercado es un punto de encuentro de gente autóctona que baja por los canales para comerciar con sus productos. 
Desgraciadamente la realidad es muy distinta: el mercado es pintoresco y gracioso y es curioso darse un paseo en una barca de remo (casi todas las llevaba una mujer) por los diferentes puestos. Desde los puestos sacan unos palos con unos ganchos y van pescando a los turistas (tal y como lo escribo) y los fijan a su tienda para ofrecerles sus productos. Sus productos son productos para turista y la barquera se dedica a ir parándose en los puestos que tiene comisión y en los que nos pescan al vuelo. Por suerte íbamos solos en la barca porque no me quiero imaginar ir en una barca con 6 paisanos más y cada uno regateando en cada puesto. Nuestro paseo por los canales ha durado unos 30' y ha estado bien. La cantidad de turistas es brutal y eso que es temporada baja. En cuanto a los puestos tradicionales, también los había pero eran los menos, imagino que cualquier agricultor de la zona acaba cambiando su barquita con guindillas y productos de su huerto al que le saca poco beneficio por una barca de todo a 100 que ofrece a 1000 y por lo que acaba sacando 300. Ya llevamos 12 días en Tailandia y estamos cansados de regatear y sobretodo de que intenten tomarnos el pelo. Al principio pensábamos que pagar la mitad del precio de salida era un buen negocio pero hemos descubierto que en muchas cosas puedes llegar a pagar hasta una cuarta parte del precio de partida (los vendedores se han enfadado con nosotros en alguna ocasión).
Tras visitar el mercado de nuevo nos hemos metido en la furgo y nos han llevado a "La casa de los elefantes" para dar un paseo en elefante que era precio a parte. Sólo se han bajado los yanquis que tenían pinta de llevar poco en Tailandia. Nosotros disfrutamos del paseo en Chian Mai y los indios tenían pinta de ver elefantes a diario. De ahí hemos ido al "Cobra show" también precio a parte y como a Ania le dan grima los animales que reptan y ya vamos justos de bhats pues no hemos entrado. Los indios al ver el sitio han puesto cara de: "que mierda es esto? Nosotros tenemos serpiente en el jardín y nos las comemos con curry". De nuevos nos hemos quedado por los alrededores del Cobra show hasta que nos hemos metido en la  furgo de nuevo y nos ha dejado en una tienda de fabricación artesanal de no se qué (aquí Ania y yo nos hemos quedado en la furgo con el aire acondicionado mientras los demás se bajaban a curiosear).
Alrededores del Cobra show
Tras la visita nos han cambiado de furgo para cuadrar mejor las rutas para ir dejándonos en los hoteles y en ese momento el patriarca de los indios (un señor mayor muy agradable que iba con su señora) ha montado en cólera y le ha gritado al guía "you're wasting my time" (estás malgastando mi tiempo!). Después de ubicarnos en la furgo (ha habido un poco de confusión) hemos vuelto al hotel y hemos comido un poco. 
Elvis sigue vivo!
Great Pearl
Tras una merecida siesta nos hemos preparado para nuestro homenaje de hoy, una cena romántica en un barco por el río Chao Phraya. A las 18:30 estaba el chófer esperándonos en recepción y nos ha cargado en una furgo  muy chula junto con una pareja de yanquis. Nos ha llevado hasta el centro comercial River no se que junto al Sheraton y hemos esperado en el bar del muelle de embarque hasta las 19:20 que llegaba el barco Great Pearl. La espera en el bar estaba amenizada por un cantante asiático vestido de Elvis que cantaba un poco de todo. Poco a poco ha ido oscureciendo y ha llegado nuestro barco con capacidad para 200 personas con toda la tripulación en cubierta y haciendo el saludo militar hacia el muelle donde estábamos todos. El embarque se ha producido sin contratiempos y rápidamente nos ha ubicado en nuestra mesa. A las 19:45 zarpábamos y navegábamos río arriba dejando tras nosotros el Gran Palacio y muchos otros monumentos. La cena, tipo buffet, estaba bien surtida y estaba muy buena. Mientras cenábamos veíamos pasar la ciudad de Bangkok y escuchábamos música en directo. La velada ha sido estupenda. Después de cenar hemos salido a cubierta y nos hemos sentado en una de las mesas libres para poder ver la otra orilla del río a la vuelta. El recorrido en el barco dura aproximadamente 90' y aunque es algo carillo pienso que vale la pena, ya no sólo por el paseo y las vista si no por el entorno romántico.
A la vuelta nos ha recogido el mismo chófer y nos ha dejado en el hotel. Y de esta manera acaba nuestra última noche en Tailandia.



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